About inner ponies!
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tan...*
on viernes, julio 02, 2010
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Ya
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tan...*
on martes, abril 13, 2010
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ya voy a comenzar a leerte poesia
lo juro
y los cuentitos de anaïs nin
y mis novelas
y todo, quiero leerte el mundo
quiero tenerte acostado en mi regazo y leerte hasta que me quede sin aliento
y hasta que te quedes dormido entre mis piernas... Ya.
lo juro
y los cuentitos de anaïs nin
y mis novelas
y todo, quiero leerte el mundo
quiero tenerte acostado en mi regazo y leerte hasta que me quede sin aliento
y hasta que te quedes dormido entre mis piernas... Ya.
Nosotros
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tan...*
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Nuestro idioma es muy serio
Nosotros somos nos y somos otros
Y así sin salirnos del nos
Somos también otros es decir vosotros
No decimos no sentimos
Nosunos y vosotros
Sino nosotros
Y por lo tanto sois vosunos
Y ésta sí que es la inmensa mayoría
Hasta la totalía
Y ésta es mi fe y éste es mi compromiso.
(Gerardo Diego)
*quiero regresar a mi blog YA
Adivina Quién
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tan...*
on martes, febrero 02, 2010
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La señora D. sale a comprar flores. Se coloca una pañoleta sobre su rojizo cabello y porta unas gafas oscuras. No le dio tiempo de maquillarse. Toma las llaves, no olvida llevar su gabardina verde olivo. La cena es en la noche y no tendrá tiempo suficiente de preparar el asado a menos que salga a estas horas de la mañana. Baja las escaleras del edificio, un paso tras de otro. Cavila sobre la organización de invitados, ¿qué colores deberán tener las flores para que haya ese delicado equilibrio de jueves nocturno? Llega al zaguán, inserta la llave plateada, tres vueltas y ya está en la calle. Camina detrás de una pareja. Sus siluetas la llenan de curiosidad. Él, alto y de cabello castaño oscurísimo. Una mano rodeando la cintura de ella. Ella, esbelta y pequeña, rizos dorados cayendo por su abrigo. ¿Qué sueños tienen? ¿Cómo son cada mañana al despertar? ¿Prefieren el asado o un platillo francés? ¿Gustan de ir al cine los martes por la noche? ¿Vacacionan en la ribera francesa o se jactan de ser trotamundos?
Después de dos cuadras dan vuelta a la derecha, entran a un café y la pareja desconocida desaparece de la mente de la señora D., quien vuelca sus pensamientos de nuevo sobre la cena. Tiene frío, levanta un poco el cuello de su gabardina para protegerse del viento. Recuerda las caras de sus invitados, han pasado ya dieciséis años. ¿Qué tanto habrán cambiado? Le aterra pensar en un evento lleno de silencios y miradas nostálgicas. ¿Asistirán todos?
De los viejos tiempos había invitado a casi todos, el señor H. junto con su mujer, C. quien prometió llevar a su prometida, M, quien había sido su confidente y mejor amiga en esa época, incluso R. había confirmado. El grupo estaba casi completo. Pero la señora D. sabía que extenderle la invitación a P. era una aberración. Aquél que había cometido tanto crimen sin siquiera razonarlo. Un aroma a vino tinto y esos ojos que la volvieron loca por tantísimo tiempo. No, no, él no podría estar en la lista. Jamás. Ni en la lista, ni en coincidencias. Nada de accidentes del destino, P, la había dejado. Maestro en el olvido, se dio la vuelta y no volvió jamás a su lado. La señora D. intentaba no recordarlo, pero esta reunión le causaba todo lo contrario. El dolor no tiene memoria. Sonrió ante su atinada idea. Sí, el dolor no tiene memoria, reiteró para sus adentros y entró a la florería. Caminó entre irises, tulipanes y rosas de tallo largo. Había ya descartado margaritas, claveles, crisantemos y petunias. Se decidió por unos sobrios alcatraces y un ramo de astromelias para el jarrón del corredor. Se formó detrás de una mujer mayor, su cabello blanco y un olor a agua de rosas con comida para minino. ¿Vivirá sola? ¿Habrá encontrado el amor? ¿Tendrá nietos que vayan a visitarla de vez en cuando? ¿Qué la hizo optar por llevar esas amapolas tan costosas? El empleado le envolvió el pedido a la anciana y ésta salió por la puerta sin mirar atrás. La señora D. empezó a repasar todos los pendientes que le faltaban por llevar a cabo. Respiró profundamente para darse ánimos, el cajero le indicó la cantidad a pagar y cuando se disponía a sacar el dinero de su bolso, una voz criminal que conocía a la perfección le susurró por detrás: adivina quién.
The big sleep
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tan...*
on martes, diciembre 15, 2009
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Final de año siempre trae retrospectiva. Y un proceso de regeneración, por supuesto, sería una desfachatez quedarnos sin esa posibilidad de recomenzar simbólicamente.
Necesito espacio en mi casa, en mi tiempo, en mi cuerpo, en mi cama. Me decidí a sacar todos los recuerdos. Pero no quieren desaparecer. Aparece en sueños, frecuentemente. Y finjo que no existe, ajá? paso de largo, nunca nos conocimos, no me importas aunque me quieras hablar. La verdad es que he buscado sus cartas desesperadamente entre mis papeles estas vacaciones. Lo único que encontré fue una hoja con su letra, palabras disímiles, tales como geography.
Que te odie no quiere decir que no te respete. Qué asco pero es cierto, por alguna pendeja razón te respeto. (Aunque no debería, que quede claro que eso es un acto irracional).
Recuerdo bien la última. ¡Qué maña con la lengua! Toda estaba en inglés, llena de intertextualidades. Sólo recuerdo una frase, la única frase de toda la carta que me hizo sentir esperanza. De algoritmos: "A" es el primero, pero "B" será el verdadero. Este "A", aludiendo al del algoritmo en turno, me dejó (ay Dios, pero qué ambigüedad con las letras, muchos, todos, ¡el abecedario completo me deja!), y si mi presente no falla, "B" is finally here.
Recuerdo recuerdos que me duelen cuando los releo sentada en la alfombra del corredor de mi casa, esperando a que no suene el teléfono, a que nadie abra la puerta, a que el sonido de las llaves se extinga por completo para que pueda recluirme en la memoria, en lo que pasó y en lo que no se repetirá. Recuerdo recuerdos que me quieren forzar a llorar, sin embargo es sólo un capricho de su parte y yo me niego a obedecerlo.
Y esa imagen que se ha repetido ya dos veces este mes dentro de mis sueños. Perturbadores, like shit.
¿Qué hacer con los recuerdos? ¿Qué hacer con esa fragmentación de ser que fui y que en parte sigo siendo? ¿Se queman los diarios antiguos?
Repito: sólo una hoja con palabras disímiles, ¿eso es lo que quiero que quede de lo que fui? Es verdaderamente necesario releerme?
No fuck, no es un capricho, no es sólo lo que pasó cuando tenía 15, es mi vida. Estoy construida sobre inestabilidad, sobre gritos y sangre, sobre gente que te señala y sobre enojo. Un enojo bestial por parte de una niña de 17 años que escrbía trabajos existencialistas para todas sus materias, atorada en un laberinto, signada bajo la náusea, escindida por la muerte de la imagen familiar. Mujer recurrente a tópicos literarios que describen la vida con epítetos de lo grotesco, ¿creación literaria o sólo odio contra mí y contra todos? ¿Qué hacer con todas esas cartas de amor que escribí un día para gente sin rostro? Y cada palabra sólo indicaba un estancamiento brutal, un lugar sin salida, un túnel (Sábato & co.), un grito, diarios, toneladas de diarios, donde todo es triste y feo y como consulta al psicoanalista, como este blog.
Ha pasado tiempo, mucho, el suficiente. Tengo 21 años y no puedo escribir esto sin sentir ese estúpido nudo en la garganta. ¿Que mi vida no fue fácil? no, no lo fue. ¿Que me regocijo en ello? no, en ningún momento. Pero such is life. That's the story, morning glory. Oh yes, I'm fine, everything's just wonderful, I'm having the time of my life.
Recuerdo recuerdos inventados, donde suponía que todo esto sería asimilado algún día, sin embargo esto se daría a través de una dualidad, y no tendría que estar sola sobre la alfombra desenmarañando el vómito seco.
Tengo que comenzar a borrar ese recordar recuerdos infiltrados y ficticios (vid. Eternal sunshine...), porque la solidez no se halla en un algoritmo, sino en eso que soy.
Me duele no poder compartirlo contigo.
Then again, all alone in space and time, there's nothing here but what here's mine.
That's that.
Entonces, a la hoguera o arriba del clóset? (los recuerdos, digo)
Necesito espacio en mi casa, en mi tiempo, en mi cuerpo, en mi cama. Me decidí a sacar todos los recuerdos. Pero no quieren desaparecer. Aparece en sueños, frecuentemente. Y finjo que no existe, ajá? paso de largo, nunca nos conocimos, no me importas aunque me quieras hablar. La verdad es que he buscado sus cartas desesperadamente entre mis papeles estas vacaciones. Lo único que encontré fue una hoja con su letra, palabras disímiles, tales como geography.
Que te odie no quiere decir que no te respete. Qué asco pero es cierto, por alguna pendeja razón te respeto. (Aunque no debería, que quede claro que eso es un acto irracional).
Recuerdo bien la última. ¡Qué maña con la lengua! Toda estaba en inglés, llena de intertextualidades. Sólo recuerdo una frase, la única frase de toda la carta que me hizo sentir esperanza. De algoritmos: "A" es el primero, pero "B" será el verdadero. Este "A", aludiendo al del algoritmo en turno, me dejó (ay Dios, pero qué ambigüedad con las letras, muchos, todos, ¡el abecedario completo me deja!), y si mi presente no falla, "B" is finally here.
Recuerdo recuerdos que me duelen cuando los releo sentada en la alfombra del corredor de mi casa, esperando a que no suene el teléfono, a que nadie abra la puerta, a que el sonido de las llaves se extinga por completo para que pueda recluirme en la memoria, en lo que pasó y en lo que no se repetirá. Recuerdo recuerdos que me quieren forzar a llorar, sin embargo es sólo un capricho de su parte y yo me niego a obedecerlo.
Y esa imagen que se ha repetido ya dos veces este mes dentro de mis sueños. Perturbadores, like shit.
¿Qué hacer con los recuerdos? ¿Qué hacer con esa fragmentación de ser que fui y que en parte sigo siendo? ¿Se queman los diarios antiguos?
Repito: sólo una hoja con palabras disímiles, ¿eso es lo que quiero que quede de lo que fui? Es verdaderamente necesario releerme?
No fuck, no es un capricho, no es sólo lo que pasó cuando tenía 15, es mi vida. Estoy construida sobre inestabilidad, sobre gritos y sangre, sobre gente que te señala y sobre enojo. Un enojo bestial por parte de una niña de 17 años que escrbía trabajos existencialistas para todas sus materias, atorada en un laberinto, signada bajo la náusea, escindida por la muerte de la imagen familiar. Mujer recurrente a tópicos literarios que describen la vida con epítetos de lo grotesco, ¿creación literaria o sólo odio contra mí y contra todos? ¿Qué hacer con todas esas cartas de amor que escribí un día para gente sin rostro? Y cada palabra sólo indicaba un estancamiento brutal, un lugar sin salida, un túnel (Sábato & co.), un grito, diarios, toneladas de diarios, donde todo es triste y feo y como consulta al psicoanalista, como este blog.
Ha pasado tiempo, mucho, el suficiente. Tengo 21 años y no puedo escribir esto sin sentir ese estúpido nudo en la garganta. ¿Que mi vida no fue fácil? no, no lo fue. ¿Que me regocijo en ello? no, en ningún momento. Pero such is life. That's the story, morning glory. Oh yes, I'm fine, everything's just wonderful, I'm having the time of my life.
Recuerdo recuerdos inventados, donde suponía que todo esto sería asimilado algún día, sin embargo esto se daría a través de una dualidad, y no tendría que estar sola sobre la alfombra desenmarañando el vómito seco.
Tengo que comenzar a borrar ese recordar recuerdos infiltrados y ficticios (vid. Eternal sunshine...), porque la solidez no se halla en un algoritmo, sino en eso que soy.
Me duele no poder compartirlo contigo.
Then again, all alone in space and time, there's nothing here but what here's mine.
That's that.
Entonces, a la hoguera o arriba del clóset? (los recuerdos, digo)
Límite
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tan...*
on miércoles, noviembre 18, 2009
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La nausea es mujer,
no ahora no,
odio cuando manifiesto nostalgia pendeja,
quemando escuelas,
tan triste que quiero vomitar
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Ayer llegué a mi casa medio desolada (era más bien racha de cansancio) y lo único que pensé todo el camino eran estas dos intertextualidades:
Good news/bad news: la literatura no es equivalente a la vida.
Y
...half of the time we go, but we don't know where, we don't know where...
Pensaba en cuál de las dos usaría como facebook status. No sé francamente el por qué pensaba en eso. A veces me gusta suponer que hay alguien que tiene tiempo para descifrar todas esas pequeñas claves que le insertamos a nuestras pseudopersonalidades cuando tenemos ratos de ocio para codificar el sentimiento en vez de tratar de ordenarlo. En fin, Isaiah Berlin me dijo que soy hija del romanticismo.
Hoy en mi clase de literatura mexicana, mi maestra mencionó eso de la literatura, casi idéntico, quizá y con una variante en alguna preposición, pero el 90% de la sintaxis era la misma. Todo esto a raíz de un comentario que hice con respecto a los galanes de Clemencia. Porque, es verdad, para mí desde el principio del libro se me hizo que Enrique Flores era DEMASIADO BUENO. Acto seguido, la gente se rió y Mariana (mi maestra) hizo alusiones a mi educación sentimental. Lo siento, es verdad. Siglo XIX all the way en cuestiones amorosas. Cómo me gustaría ser moderna una vez más. O al menos detener el anacronismo en el cual se ha convertido mi vida. Enrique Flores era DEMASIADO BUENO en apariencia, por eso fue traidor a la patria y al amor. ¿Qué es lo sublime? ¿Lo sublime queda sobre el nacionalismo?
Y luego Kant, referencias a Kant y lo sublime. Porque en el momento en el cual se comprende que la vida es finita, todo cobra un sentido y la vida se valida, se vuelve maravillosa, plena, amplia, everything would be worth livin' it! Porque un buen día te mueres y qué pasó después?
I like to take things for granted. Es una mala costumbre, lo sé. Y a pesar de que debería de estar volcada en proyectos y tareas, no puedo bloquearlo. Fin de año siempre causa reestructuraciones. Odio Navidad, odio ese sentimiento de felicidad material y de desintegración familiar. En verdad detesto Navidad.
Es bonito pensar en los procesos de censura que uno mismo se aplica al bloguear. Me gustaría escribir más al respecto, pero no me puedo obviar como señorita censora en el mismo momento de la creación. La verdad es que estoy exhausta. La escuela, el llanto repentino, la política, la apolítica, los espacios vacíos que dejan las letras que nos expresan más que otra cosa (referencias cabalísticas de algo que nunca terminé por comprender bien). Una ambivalencia me sostiene últimamente. Mientras que ciertas situaciones me desgarran, otras me otorgan un poder inesperado, que creía perdido desde comienzos de año. La vida tiene un valor en sí misma porque no estoy dispuesta a conocer la pérdida. Not anymore. Y cada acción, cada decisión, cada recuerdo se encargarán de habilitar una nueva perspectiva, una nueva mirada de temas ya sabidos, creo firmemente en el poder de la hermenéutica, así como en la intertextualidad, ¡Larga vida a Gerard Genette!
Reitero, suelo tomar todo por sentado. Pero la vida es tan inestable como yo en hormonas naturales. Y luego me vuelvo a preguntar si realmente sé qué quiero, con una mueca de risa nerviosa, decepción e ironía. ¿Quién chingados se cree mi otro yo?
La resistencia. La vida sí tiene sentido en sí misma, las cosas tienen una construcción doble que termina por desdoblarse y redireccionar la multiplicidad de futuros. Una casa de espejos. Antes era una casa de cartas... forget about your house of cards...
Half of the time we go, but we don't know where, we don't know where... Al buscarla en el iPod juré que era de Belle and Sebastian. Y me acordé que cuando F estuvo en el hospital, su suero se llamaba Sebastian, te acuerdas F?
Es de Simon and Garfunkel. Medio los odio por raros y melosones. Me costó reconocer que es una excelente canción, que descontextualizo para que me provoque ese no sé qué...
Somos finitos ante posibilidades infinitas, but we don't know where, we don't know where... Importa eso? Importa el rumbo? Importa lo importante? O deja de importar? Qué es la importancia in this day and age?
Y cuando me doy cuenta, no puedo parar de llorar.
De anacronismos y miradas ambiguas.
Yo pensé que sí sabía a dónde iba...
Recuerdos
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tan...*
on miércoles, noviembre 11, 2009
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Cuando era pequeña, mi hermana pensaba que "catsup" era una palabra yuxtapuesta...