Nostalgic bitterness... y Kafka

17 de julio del 2006, Berlin/Praga

Una maniana, una maniana linda! (cafe tacvba)

Cada quien hizo lo que quiso, un break bien merecido a todo nuestro estres de la noche anterior. Mi grupo era Diego, la chaparra Calderoni y yo. Nos fuimos a pasear por la ciudad, de shopping y al monumento judio a jugar entre los bloques de hormigon.
Caminando hacia la estacion, nos encontramos con la cosa mas bizarra: una manifestacion de personas libanesas frente la puerta de Brandemburgo. Y nosotros completamente desconectados de las noticias no teniamos ni la mas minima idea del porqué; eran masas
de personas hondenado sus banderas, gritando al unisono. Despues de contemplarlo por varios minutos nos fuimos a la bahnhoff.
Tomamos el tren hacia Praga. De pronto el vagon se volvio semivacio, una cosa ironica tomando en cuenta la experiencia previa. Y la nostalgia ataca cuando uno tiene esos paisajes y un ipod con 982 canciones. Sofi dormia, los ninos tambien. Maria Calderoni estaba en su pedo y Vig recargaba todo contra la ventana. Si no llore fue porque alguien mas ya me habia ganado. Y no iba a robarle su momento. Lagrimas. La Republica Checa, quien lo hubiera imaginado.
Llegamos a Praga (-esquina con? recordando conversaciones con afan de subir los animos). La estacion era algo digno de un pais socialista: jodida. Creo que ahi si me dio miedo ser asaltada (cero y van dos).
Llegamos al departamento, no era como lo que salia en la foto, no teniamos ni mesa, pero era un break bien merecido de los hostales (que sufridos somos, si como no). Abundaba el cansancio, cenamos y nos dormimos, no podiamos dar mas ese dia.

18 de julio del 2006, Praga

Despertamos, salimos a caminar, al inicio una calle comercial, terminamos en un pueblo medieval, pequenio, una torre con el reloj astronomico, calles estrechas y tiendas de souvenirs. Estabamos en Praga, yo trataba de asimilar todo, era demasiado, demasiado, demasiado. Se nos cruzaron unos folletos de un concierto, porque no comprarlos, no? Total, estamos en Praga. Teniamos un pequeno libro cual guia turistica y estabamos encantados paseando por toda la ciudad. Por fin llegamos al puente A.F.I. y Montuy era lo unico en mi mente. Tome el anillo, era un gran acontecimiento. Lo lance con demasiadas fuerzas, jugando a ser Davey Havock, creando nuestro Silver and Cold, yo pensando que grababa todo para la posteridad. Naïve.

Seguimos el recorrido y llegamos al castillo de Praga. Para como eramos las ninias, compramos el boleto mas barato, subimos a una torre desde donde podiamos contemplar gran parte de la ciudad. Sesion fotografica. Caminamos por los callejones de ese sitio, volvimos a encontrarnos a los mexicanos de Berlin (no los guapos, aclaro). Paseamos por los jardines, entramos a las tiendas de souvenirs, todas ellas haciendo alusion a Kafka. Y porque no Milan Kundera? Nada, desaparecido cual sombra, resentimiento por su nacionalizacion francesa. Todo era Kafka, fantasmas, emociones, construcciones, ensambles, instalaciones, emociones, el unicornio Blanco y Kafka. Todo era Gregorio Samsa, el castillo, abogacia, un museo de juguetes muy caro al cual no entramos, el camion que limpiaba las calles con agua tratada, las pizzas y los vagabundos. El puente y Kafka, el rio, el reloj astronomico, K, un nombre que dejo de ser Kafka para convertirse en otro que no quiero recordar. Kafka.

Y de pronto: wey, son los de Brujas!!! Estuvimos con ellos un rato, nos estuvieron platicando sus experiencias con hadas que bajaban del cielo, perdida de orientacion y una luna loca que daba vueltas. Es que yo estaba en hongos y el otro pacheco, 4 horas dando vueltas en la misma cuadra. Estar en hongos ahora es una de mis frases favoritas, que buenos recuerdos.

Llegamos al concierto, Vig y Macarron se fueron a caminar por las calles. Era dentro de una pequena iglesia por los rumbos del centro. Estaba semivacio, ofrecia un programa re-conocido, Vivaldi y Mozart, creo que delicioso para los principiantes (incluidos nosotros por supuesto). Hora y cuarto despues seguia maravillada. Regresamos al departamento a arreglarnos. Quiero una milkshake, nos vemos en el Mc Donalds... ME PERDI EN PRAGA ANTRO DE LA PERDICION!!!! Pero por suerte Pablito Abascal me rescato, como agradecerselo!

Se llamaba Karlovy no se que, pero significaba los Banios de Carlos cuarto o algo asi. Anyway, era solo un antro, cuatro pisos, musica para escoger dependiendo el humor. Bailando, conociendo, tomando, regresando y ratas en el proceso. Buena noche, muy buena. Bueno, no tanto como para las ninas. Yo, soy punto y aparte. (sonrisa)