El pueblito mas amable del mundo

la foto en el puente (tomada por el de rojo)

Total que para como iban las cosas resultaba obvio lo sucedido. Nos despertamos por la paranoia constante de mi reloj biologico. Primero, llamadas histericas entre los tres distintos cuartos de hotel. Teniamos que empacar. Segurisimo ya no llegabamos a la Gare du Nord, segurisimo. Por que carajos no pusimos el despertador? Pues ahi estabamos todos, corriendo por el metro de Paris, llegando a Concorde, mejor conocida como Tacubaya (y sigue nuestro nostalgico afan con Mexico). No teniamos registrados los Eurail Pass, nada. Segurito ya no llegabamos. Y por tanto decir que no, llegamos. Subimos al tren con un suspiro de tranquilidad.

Ibamos todos riendo, cansados pero felices. Primero llegamos a Lille Flandres, que en su defecto termino llamandose Lilly Flanders. Pocas veces me habia reido tanto. Fue lo unico que Sofia Taramona guardo, el pedazo de boleto con el nombre de esa pintoresca localidad. Y Pablo haciendo el oso, preguntando si Lilly Flanders estaba en Francia.

Llegamos a la estacion de Brujas (mejor conocido como Brugge) y la maquina que daba las galletas ricas se trago mi dinero. Equis, o sea, ni queria galletas ricas, maquina te puedes quedar con tus galletas ricas ok? jajaja y Vig se burlo de mi como por 10 minutos. Estupida maquina. Desayunamos ya sin los altisimos precios parisinos. Todo nos parecia realmente barato.

Trayecto en el bus hacia el hostal, dificil el flamenco, pero la gente es sumamente culta, casi todos hablan ingles. De pronto una viejita se sento junto a mi. Y cuando pense que me iba a empezar a grunir fue lo mas amable y empezamos a platicar padrisimo. El resto de mis amigos estaba al fondo del camion, ya habian hecho amistad con una seniora. (A la cual, nos encontrariamos a lo largo del dia 3 veces mas)

Llegamos al Bauhaus. La vieja medio agresiva, pero amable dentro de lo que cabe. Rentamos unas bicis demasiado grandes para mi, pero pues ya que, a intentar. No habia avanzado mas de un kilometro cuando sucedio lo peor... jodi la bicicleta. Jajaja solo de acordarme me cago de la risa. Como que se atoro la parte metalica que protege la rueda en esta misma y se doblo. Catastrofico. Pero soy yo! No era de esperarse? Jajaja. Diego la arreglo, por algo va a estudiar lo que probablemente ya este estudiando.

Proseguimos la ruta, y en verdad es la ciudad medieval mas bonita del mundo. Todo en perfecta armonia, gente sonriente, puentes que arquean sobre rios, caminos de piedra, Zara, arboles, un reloj en lo alto de una torre. Que mas se puede pedir??? Comimos a la orilla de un canal postrados en un parque. Precioso. Riendonos y echandola. Nos urgia un dia de calma. Siguiendo la travesia encontramos unos weyes hermosos en el puente. Les pedimos que nos tomaran una foto. Eran mexicanos. Nosotros tomamos su foto tambien. El de rojo. Como olvidar al de rojo?

Regresamos al cafe internet del hostal cuando ya eran como las 8 de la noche. Comence a escribir en mi blog. Estaba un poco molesta porque no me escribia mi familia y a todos los demas si les escribian (debo recalcar que eso ha quedado en el pasado). Cuando ya casi terminaba de escribir mi post, se perdio la conexion por la imbecil de la recepcion. Y llore cual Magdalena aproximadamente 1 hora. No lloraba tanto desde ese dia en Londres cuando pense que habia perdido a Olallo (falsa alarma). Me meti a nuestro cuarto en el hostal y vig me consolaba. Las dos estabamos llorando, una mas que la otra, pero una lagrima es igual en todas las presentaciones. Y cual va siendo mi sorpresa que en ese momento entra el wey de rojo y nos dice que es nuestro roommate!!!!! Jajajajajaja fue lo mas loco del mundo! Y yo toda hinchada despues de haber llorado. Fue vergonzoso pero a la vez reconfortante. Estuvimos platicando con el y con sus amigos una hora mas.

La noche comenzo con una Stella Artois, la segunda mejor cerveza del mundo para mi; coincidimos con otro grupo de mexicanos en la calle. Eran los roommates de Pablo y Diego; los guapos se quedaron en el hostal, so sad... Total, eran lo mas buenas personas y fuimos a bailar. Mi amiguito de toda la noche sabia un buen de musica, lo cual me puso de buen humor, crisis superada y una chela gratis cortesia de mi acompanante.

Eran las 3, estaba cansadisima, solo queria irme a tirar a mi cuarto de hostal. Entramos en silencio y a la maniana siguiente salimos en silencio. No nos pudimos despedir del de rojo. Pero sabiamos que nos lo volveriamos a topar...