Hoy se retorcieron mis entrañas al pensar que no temrinaré mis trabajos. 6 am leyendo artículos de la Señora Revueltas, ¡qué desfachatez! Vi Up y me gustó. F is so freakin' wonderful. Pérdida de tiempo nocturna, ya pronto llegaré a la Castalia...
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Era una sensación bien culera, me oprimía la vesícula y no podía respirar muy bien, sentía una rabia fluir por todo mi ser, incontrolable, todo por un simple detalle, que [sic] idiotez, en verdad trato y trato de tranquilizarme, me estoy amargando. Me gustaría decir que no es nada, son simples discos, son sólo cartas, palabras escritas, letras agrupadas buscándole un sentido inexistente a la vida. Realmente no es nada. Igual me sigue doliendo. Ya no me interesa encontrarle explicación a esta molestia, pasará, así como lo hace mi existencia, mi cuerpo se desgasta día a día, lleno mi memoria de información inútil que queda almacenada en algún lado de mi cerebro mientras duermo. Al siguiente día despierto y ya no está. Quizá y si duermo y almaceno este sentimiento, ya no esté cuando despierte en unas pocas horas. Uzue, quiero aprender a fingir demencia e ignorarte, escupirte, atropellarte. Pero aquí estás, me has convertido en un imbécil más que se conmueve al escuchar tu canción favorita en el supermercado, de esos ineptos que huelen su ropa, para comprobar que aún hay vestigios del perfume de su amada, de esos imbéciles que gastan su quincena en un arreglo de orquídeas exóticas africanas, para que al llegar a tu casa y tomarte de la mano perciba que tú no estás conmigo. No lo estás, no lo niegues, ya no lo estás. Y me sigo cuestionando si algún día lo estuviste. Silverio se levanta de su cama, el tiempo lo llena de un ocio putrefacto que le crea visiones desagradables, el ocio y sus pastillas. Después de ir de marcha por consultorios psiquiátricos, terapeutas, psicólogos, neurólogos, demás variantes de este rubro, descubrió que su única salida era la automedicación. Xanax, Tegretol, Prozac, píldoras clandestinas compradas en sitios clandestinos. Su amante actual: Valium. Una depresión maniatada a sus dosis alternadas, media en la mañana, dos a la hora de la comida y una para la noche. Y si la ansiedad ataca, aumente la dosis en 1 pastilla más para calmar el desasosiego. Acostarse en la cama era como sumergirse en una alberca llena de gelatina fluorescente, visiones antropomorfas lo quemaban vivo, el sudor llagaba su entendimiento, el dormir terminaba por consumirlo.
Silverio caminó a su cocina, era las 11:12, se sirvió un vaso de agua, tomó la mitad de su pastilla correspondiente, se estiró hasta sentir que sus vértebras tronaban, señorita Uzue Vedia, ¿me quiere y me desea tanto como yo a usted? ¿Cuál es su restaurante favorito? ¿Y la mejor manera de hacer el amor? ¿Prefiere las convencionales rosas o crisantemos amarillos? ¿su lugar favorito de todo el apestoso universo? ¿Preferiría usted acompañarme a mi hogar o yo tengo que seguir yendo al suyo? ¿Algún día me va a preguntar cómo me siento? Sólo una última pregunta por favor, yo sé que usted es una mujer ocupada, o como dirían los anuncios publicitarios, contemporánea, pero le ruego que me permita resaltar una cuestión más ¿qué tan cercano y constante se encuentra él de su corazón señorita Uzue? ¿Me va a contestar o seguiremos pretendiendo que aquí no pasó nada? Silverio detuvo sus pensamientos mientras contempló como lentamente el vaso de cristal se rompía en incontables pedacitos, fue una escena lenta, o al menos así la quiso asimilar. Me estoy amargando, no hay duda alguna.
Silverio caminó a su cocina, era las 11:12, se sirvió un vaso de agua, tomó la mitad de su pastilla correspondiente, se estiró hasta sentir que sus vértebras tronaban, señorita Uzue Vedia, ¿me quiere y me desea tanto como yo a usted? ¿Cuál es su restaurante favorito? ¿Y la mejor manera de hacer el amor? ¿Prefiere las convencionales rosas o crisantemos amarillos? ¿su lugar favorito de todo el apestoso universo? ¿Preferiría usted acompañarme a mi hogar o yo tengo que seguir yendo al suyo? ¿Algún día me va a preguntar cómo me siento? Sólo una última pregunta por favor, yo sé que usted es una mujer ocupada, o como dirían los anuncios publicitarios, contemporánea, pero le ruego que me permita resaltar una cuestión más ¿qué tan cercano y constante se encuentra él de su corazón señorita Uzue? ¿Me va a contestar o seguiremos pretendiendo que aquí no pasó nada? Silverio detuvo sus pensamientos mientras contempló como lentamente el vaso de cristal se rompía en incontables pedacitos, fue una escena lenta, o al menos así la quiso asimilar. Me estoy amargando, no hay duda alguna.
1 comentarios:
Por fin tuve tiempo infinito de internet y pude leer tus últimos tres posts. Quiero abrazar a Silverio y ver qué pasa.
Odio el olor a leche podrida ja.
Besos!! El miércoles o jueves vernos?
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