La novela de nuestra vida -Speech gen 06

Para este segundo semestre en Taller de Análisis de Textos, Murat nos pidió que escribiéramos una novela. Pero la verdad es que ninguna de las dos pudo escribir algo que realmente nos gustara. Buscamos en todos lados para tratar de encontrar una historia que valiera la pena contar y nos tardamos tiempo en darnos cuenta que la mejor historia jamás escrita se encontraba justo delante de nosotras.

* Toda novela debe tener un personaje principal, ésta es una bastante compleja, pues tiene 89, pero eso sólo la hace más original. Cada uno de los personajes es esencial para esta historia, todos tienen un papel específico y si alguno nos faltara, esta historia no tendría ningún valor.

Todos nuestros personajes han vivido en un mundo que sólo ellos conocen, en donde viajar por el cuerpo humano es posible junto a Triptofanito, un mundo en donde vivir en la copa de los árboles se volvió cotidiano junto al Barón Rampante y en un determinado momento fue necesario ir a rescatar el tiempo junto con Momo.

* A nuestra novela no le falta fantasía, ya que sin problema convertimos una moneda de diez pesos en un balón y cualquier banca era la mejor cancha. Logramos darle vida a una muñeca del mercado de Veracruz a la cual seguimos extrañando el día de hoy. - Por cierto, si alguien ha visto a Marieta, se agradece la información.- Y no nos costó nada de trabajo creerle a Adris que vivía en una burbuja. En un recreo todos los personajes fantásticos cobraron vida y todo sexto se acordó del porqué nos gustaba disfrazarnos de chiquitos

En nuestra historia encontramos varios momentos de novela rosa, ya que no podemos olvidar a los niños cantando la de Tarzán con corazones pintados en la palma de la mano, “eres hermosa” a todo pulmón en el 14 de febrero y lo cursis que nos veíamos bailando el vals en las fiestas de 15. Aunque nada se compara con la melodiosa voz de Ángel cantándonos “Ay Amor”.

* Pero no todo ha sido tan fácil para nuestros personajes. Nunca podremos olvidar el dolor de panza antes de entrar a la primera clase con Martha Saldaña, las noches de desvelo y nuestros papás coloreando banderitas para acabar el atlas a tiempo y evitar la mirada decepcionante de Raquel o el pavor con que veíamos la acumulación de apuntes que tendríamos que estudiar para el examen de María Herrerías. Pero definitivamente algo que nuestros personajes nunca podrán borrar de sus mentes es la cara de terrorista que le veíamos al señorcito de la portada del Baldor y los métodos extraños de Jorge Luis para enseñar utilizando cohetes prendidos a la mitad del salón.

Nuestros pobres personajes han sido perseguidos cual delincuentes por las tres policías de mejor corazón pero cero compasión de esta escuela, en donde no traer el suéter del uniforme o portar calcetines de rayitas puede ser considerado una falta tan grave como robarse un micrófono o la pastilla del proyector de Pío XII, cosa que nosotros jamás hicimos eh!.

* No crean que nuestros personajes son simples mortales, ya que tienen super poderes. Ninguna hipótesis enseñada por los maestros podrá jamás comprobar cómo es que toda una generación ha logrado hacer todas las tareas el mismo día de entrega, contestar 4 exámenes seguidos y además tener tiempo para ir a echar el fut. Otros estudios de la ciencia tampoco podrán explicar cómo es que Goyito sigue vivo o cómo le hizo Landa para estar en dos lugares al mismo tiempo.

Sin embargo, si lo que a ustedes les gusta es el surrealismo y las historias sin sentido, déjenos platicarles, ya que a veces este grupo parece ser sacado de una novela de ciencia ficción. Les podemos contar acerca de nuestro primer recreo con puerta abierta, donde toda la generación intensa estuvo parada media hora en la esquina del Tizoncito, por el simple hecho de estar afuera. O cómo nos veíamos todos en tercero cuidando a nuestros “hijos”, unos huevos que al fin y al cabo terminaron todos rotos en el basurero.

* Los viernes de Loreto, en los cuales la mayor actividad era caminar y caminar, 10 vueltas y después regresar a nuestras casas. Cómo olvidar a Di donna bailando el baile del perrito con el Doctor Simi, o lo propensos que somos para los accidentes cuando se trata de fuego, químicos, peligro, Romo sin supervisión de un adulto o Aranda vestido del primo del amo de la oscuridad.

El rey Arturo tuvo a Merlín, Harry Potter tuvo a Dumbledore, Aristóteles a Platón, Luke tuvo a Joda y por supuesto a nosotros no nos faltaron nuestros héroes que nos marcaron el camino. Ellos nos enseñaron a no criticar sin antes conocer, que el filosofar no se hace con la cabeza sino con el corazón, que se le puede tener mucho amor a unos mosquitos y a unas tortugas de laboratorio y que al final, las matemáticas sí son útiles para la vida.

* Las historias acerca de esta generación son infinitas, pero la más importante es la que narra cómo nos dimos cuenta que no éramos lo que nos decían, cuando abrimos los ojos logramos ver que éramos mucho más de lo que nos habíamos creído. Una generación que poco a poco se fue quitando la etiqueta y le demostró a todos que somos más unidos de lo que jamás hubiéramos pensado.

Esto es sólo una probada de la historia que hemos vivido al lado de estos increíbles personajes, la mejor parte es que esto es sólo el principio. Una novela bien escrita jamás se acaba porque quienes la leen la hacen suya y se vuelve infinita. Nuestro caminar juntos llena tan sólo unas cuantas páginas a comparación de lo que nos falta por vivir.

* No podemos hablar acerca de una despedida cuando apenas estamos escribiendo el principio. Gracias por todo aquello que las palabras no pueden decir. Esta generación nos ha dado la mejor historia que jamás podremos contar. En este tiempo juntos hemos aprendido a escribir nuestros sueños para después convertirlos en memorias.
Murat, sentimos informarte que nunca podremos entregarte esta novela. Una historia así no se imprime, se lleva en el corazón.