Venecia, 24 de Julio
Estaba nublado. Quiza y era la hora, 7 y algo, pero no se asemejaba al verano que nos perseguia. Cruzamos la calle, preguntamos por la ârada del bus. Los problemas del idioma se hacian nulos, italianos con paciencia y niños que hablan español lentamente. Macarron fue por los boletos con Pabli (creo). Subimos al bus. No teniamos idea de cual era la parada. Estabamos en Venecia Mestre, hotel primavera sobre Via Orlanda. Dos personas se bajaron tambien con nosotros, su hotel estaba junto al nuestro. Cruzamos un puente peatonal con una pequena rampa integrada para las maletas de rueditas, nunca mejor invencion para los momentos suscitados. Nos registramos, el cuarto decentisimo, los 5 dormiriamos alli, una regadera con posibilidades de inundacion, pero obviando eso, todo era mas que perfecto.
Llegamos a Venecia SL, y recordando lo que habia escrito Chabe hace unos dias, pequenas callecitas plagadas de sueños bohemios. Magia en cada esquina. Isa nunca se equivoca. Y cayo como de trancazo, flotando en un sueño, trastornos de conciencia. Venecia en cada hoyito de la razon. Pasamos por uno de esos miticos puestos heladeros. El mejor helado de toda mi vida.
Despues de varias indicaciones y un calor de la chingada que llego a reinvindicarse, una playerita de rayas y comparaciones con los gondoleros, llegamos a la Plaza de San Marcos. Y si, a uno se le cae la baba. Nos acercamos con las palomas, esas plagas tan desagradables pero que adornan de cuando en cuando situaciones aisladas. Pablo queria a la fuerza darles de comer, pero esta vez lo despreciaron ruinmente. Entramos a la Basilica. Macarron se quedo fuera, cuestion de plata y vêtements.
Salimos, Pablo se metio al palacio de ahi, no recuerdo su nombre, no me importa. Diego, Maria (2), Tania, solos, insolados, con sueno, agotados. Nos tumbamos junto a la entrada del palacio ese de Pabli. Me quede dormida. Y la anecdota cuenta que la gente se me acercaba para ver si tenian que dejar una moneda o no. Llegue al limite. Y me da mucha risa pensar en los turistas benevolos que me querian dar monedas... ;)
Salio Pabli, caminamos por la costa, recorrimos callecitas y canales, llegamos a la buena onda, un restaurante llamado "Buena Onda", salsa de fondo y un italiano hispanoparlante que nos queria sacar a bailar por la noche. Prosciutto y melon. Vino tinto. Demasiadas pizzas sobre la mesa. El manjar de la semana, reivindicacion de los supers vieneses. Intercambio telefonico con nuestro amigo italiano. Nunca le llamamos. Ni en nuestra conciencia quedo remordimiento. Bueno, quiza un poco...
Deambulando por los pasajes comerciales, comprando regalitos, cositas de murano, tarjetas telefonicas, cambiando traveler's cheques, el sol se comenzaba a ocultar, que queriamos hacer despues?? Los ninos se fueron a buscar companeros de Gondola, nosotras a caminar, comer helado, escuchar musica y pensar.
Las tres caminando junto al mar, escuchando Vaquero y Jumbo, mi vida entre fotografias, se guardan y se olvidan porque dicen la verdad... dicen la verdad...
Un helado mas, no importa, son vacaciones. Ok, creo que es hora de regresar a Mestre para encontrarnos con los ninos...Y como regresamos a Mestre?
Llegamos a Venecia SL, y recordando lo que habia escrito Chabe hace unos dias, pequenas callecitas plagadas de sueños bohemios. Magia en cada esquina. Isa nunca se equivoca. Y cayo como de trancazo, flotando en un sueño, trastornos de conciencia. Venecia en cada hoyito de la razon. Pasamos por uno de esos miticos puestos heladeros. El mejor helado de toda mi vida.
Despues de varias indicaciones y un calor de la chingada que llego a reinvindicarse, una playerita de rayas y comparaciones con los gondoleros, llegamos a la Plaza de San Marcos. Y si, a uno se le cae la baba. Nos acercamos con las palomas, esas plagas tan desagradables pero que adornan de cuando en cuando situaciones aisladas. Pablo queria a la fuerza darles de comer, pero esta vez lo despreciaron ruinmente. Entramos a la Basilica. Macarron se quedo fuera, cuestion de plata y vêtements.
Salimos, Pablo se metio al palacio de ahi, no recuerdo su nombre, no me importa. Diego, Maria (2), Tania, solos, insolados, con sueno, agotados. Nos tumbamos junto a la entrada del palacio ese de Pabli. Me quede dormida. Y la anecdota cuenta que la gente se me acercaba para ver si tenian que dejar una moneda o no. Llegue al limite. Y me da mucha risa pensar en los turistas benevolos que me querian dar monedas... ;)
Salio Pabli, caminamos por la costa, recorrimos callecitas y canales, llegamos a la buena onda, un restaurante llamado "Buena Onda", salsa de fondo y un italiano hispanoparlante que nos queria sacar a bailar por la noche. Prosciutto y melon. Vino tinto. Demasiadas pizzas sobre la mesa. El manjar de la semana, reivindicacion de los supers vieneses. Intercambio telefonico con nuestro amigo italiano. Nunca le llamamos. Ni en nuestra conciencia quedo remordimiento. Bueno, quiza un poco...
Deambulando por los pasajes comerciales, comprando regalitos, cositas de murano, tarjetas telefonicas, cambiando traveler's cheques, el sol se comenzaba a ocultar, que queriamos hacer despues?? Los ninos se fueron a buscar companeros de Gondola, nosotras a caminar, comer helado, escuchar musica y pensar.
Las tres caminando junto al mar, escuchando Vaquero y Jumbo, mi vida entre fotografias, se guardan y se olvidan porque dicen la verdad... dicen la verdad...
Un helado mas, no importa, son vacaciones. Ok, creo que es hora de regresar a Mestre para encontrarnos con los ninos...Y como regresamos a Mestre?
Mapa en mano, canales que clonfluyen en calles, pero calles de agua que corren por vertientes de cemento y piedra para desembocar en afluentes concretos y tremenda perdicion. No sabiamos donde estabamos. Un taller para construir instrumentos musicales. Turnos para preguntarle a las personas como regresar. Por fin retomamos camino despues de una hora (aproximadamente). Y para sanar las heridas nos topamos con ese restaurante. Lo mas raro fue que cuando pasamos estabamos celosas de lo fifi del lugar, del hambre que teniamos y de las ganas de sentarnos en esa terraza a comer pizza.
"Mexicanas?" Si. Nos sento, pizza marguerita! Vino tinto! Bebida exotica de nombre irrecordable. Y nosotras sentadas junto a los canales comiendo cual reinas. Disfrutando los 15 minutos de fama que nos regalaba nuestra nacionalidad. Un tipo increible, tenia libros sobre venecia llenos de comentarios sobre personajes mexicanos, un pequeno altar con objetos y regalos, espanol perfecto. Pero Don Ivano nunca habia ido a Mexico... Como???? Pero si el ama mexico!!!! Es un amor platonico, espero que cuando vaya no se desilusione de su novia...
Le regale mi morral azul, igual ya estaba viejito y a él lo haria mas feliz. Corrimos para llegar a los buses. Tomamos uno, pero ciertamente estabamos equivocadas. Nos perdimos por Venecia mestre otras dos horas facil... Y entre la desesperacion conocimos a un singular italiano que nos acompano hasta la estacion de tren. No recuerdo si tomamos bus o taxi, creo que fue taxi. Llegamos al hotel. Los ninos no estaban. Salimos del hotel gritando su nombre... los encontramos a pocos metros de ahi... subimos a la habitacion. Cada quien con sus anecdotas... Dejare que alguno de los dos las desarrolle en los comments, pero sin embargo la gondola tambien fue algo excepcional. La noche: promedio, llena de picaduras de mosquitos...
25 de Julio, Venecia -Florencia
No se que carajos fue. Pudo haber sido cualquier cosa y sin embargo nunca lo logramos identificar. Aranas, pulgas, mosquitos, vete tu a saber. Fui la unica que pago las consecuencias. Devorada a mas no poder. Nos banamos y empacamos. Estres a mas no poder, parados esperando el bus. No vamos a llegar a la estacion. Bajamos del bus, maletas, estres, correr, pensar, florencia, tren, maletas, olallo, que? Pta, 1 minuto despues y perdiamos el tren.
La dormida ahi fue magnifica, merecidisima despues de eso...
continuara...
1 comentarios:
sabes que alguien es especial cuando compartes ojos para encontrar la magia del mundo.
feliz año tan, te mando un abrazo enorme y el deseo de 365 dias atascados de risas.
tqm
chabs
"That's the thing with magic. You've got to know it's still here, all around us, or it just stays invisible for you.”
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